La Desconfianza: El arma del regímen contra la disidencia

La perversidad del régimen castrista no radica solamente en su capacidad de represión directa, sino en haber creado un elaborado sistema de control social donde la desconfianza se convierte en el arma más efectiva contra la oposición y la disidencia.

Como en una partida de ajedrez magistralmente jugada, el régimen ha conseguido que los propios cubanos seamos los peones que mantienen en jaque a la oposición.

La dictadura cubana ha perfeccionado durante décadas un sistema donde la paranoia no es una enfermedad mental, sino una respuesta racional a la realidad cotidiana. ¿Quién es realmente opositor? ¿Quién trabaja para el G2? La semilla de la duda, una vez plantada, crece como la mala hierba en el jardín de la resistencia civil.

El régimen ha comprendido que no necesita reprimir a todos los disidentes cuando puede lograr que nos reprimamos entre nosotros mismos. Esta incertidumbre permanente paraliza, divide y desmoraliza más efectivamente que cualquier golpe de porra.

La maquinaria del miedo opera con precisión quirúrgica. El régimen ha montado un elaborado teatro donde la represión pública sirve como propaganda. Las detenciones públicas, las confesiones televisadas, los supuestos arrepentimientos de disidentes, todo forma parte de una coreografía diseñada para sembrar la desconfianza y el miedo.

La aparente arbitrariedad en la represión es, en realidad, un cálculo preciso. Cuando algunos disidentes parecen gozar de más «libertades» que otros, la sospecha se instala automáticamente. No hay casualidades en el actuar del régimen; cada movimiento aparentemente errático es parte de una estrategia más amplia de control social.

La pregunta que debemos hacernos no es quién es infiltrado y quién no, sino cómo podemos construir redes de confianza y solidaridad basados en acciones concretas y compromisos verificables que resistan esta maquinaria del miedo. Vencer ese miedo requiere algo más que valentía: requiere sabiduría.

Acerca de Abel Santiago 10 Articles
Community Manager. Se inició en el mundo editorial en 1994. Posteriormente se adentró en el mundo digital desarrollando numerosas plataformas y campañas en línea, y colaborando en la creación y edición de contenido editorial y promocional. Apasionado de José Martí y de la verdad.

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