El tribunal electoral de Nicaragua, controlado por miembros afines al régimen de Daniel Ortega, dejó fuera, de las elecciones presidenciales de noviembre, a la coalición UNAMOS, encabezada por el Partido Restauración Democrática (PRD), informó el líder de la agrupación.
El Consejo Supremo Electoral (CSE) “resolvió cancelar la personería jurídica al PRD”, dijo a la prensa el presidente de la agrupación, Saturnino Cerrato, tras recibir la notificación, que ampara su decisión en la supuesta carencia de personalidad jurídica de la agrupación opositora.
El PRD pretendía representar a un sector de la oposición agrupado en la Coalición Nacional (CN), compuesto por la disidencia sandinista y varios movimientos que fueron claves en las protestas del 2018, en las que exigieron la renuncia del socialista Ortega, en el poder desde 2007.
Según Cerrato, el CSE dijo haber tomado la decisión tras una impugnación presentada el lunes por un grupo de pastores contra el PRD, un partido evangélico.
El líder del PRD explicó que unos “supuestos pastores” evangélicos lo acusaron de unirse a sectores de oposición que apoyan temas como el aborto y el respeto a las minorías sexuales, que ellos consideran “incompatibles” con sus valores cristianos.
Los denunciantes no tenían facultades para pedir la suspensión del partido, porque no militan, señaló Cerrato.
Las resoluciones del CSE son “inapelables”, explicó, y el bloque quedó fuera de las elecciones legislativas y presidenciales del próximo 7 de noviembre.
La coalición UNAMOS rechazó la “nueva agresión de la dictadura Ortega-Murillo, que muestra su terror a elecciones”, cuando la mayoría de los nicaragüenses ha decidido un cambio democrático en noviembre”.
Nicaragua vive un proceso electoral deslegitimado con la prohibición de la principal fuerza política de oposición, cuyos integrantes han tenido un papel relevante y decisivo en las protestas, en abril de 2018 y posteriores, y consecuentes con la demanda de democracia y justicia, subrayó UNAMOS en una declaración.
Con el bloqueo de UNAMOS, el gobierno de Ortega solo competirá en las urnas con la alianza Ciudadanos por la Libertad (CXL), integrada por un partido indígena y sectores de derecha.
El sandinismo con la alianza “Unida Nicaragua Triunfa”, que no descarta postular a Ortega, de 75 años, para un cuarto mandato sucesivo, pese a que su gobierno está sancionado por Estados Unidos por corrupción y violaciones de los derechos humanos en protestas opositoras.
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