Los senadores demócrata, Bob Menéndez y republicano, Marco Rubio impulsan un proyecto de ley que contempla la prohibición del uso de una marca comercial cuando u otra -sustancialmente similar- estén vinculadas con negocios o bienes estadounidenses que hayan sido confiscados por el régimen cubano, incluidos derechos de propiedad intelectual.
El senador cubano-estadounidense Bob Menéndez, demócrata por New Jersey, explicó que la medida está encaminada a resguardar “las marcas comerciales estadounidenses al codificar en ley la política de apoyar a los legítimos propietarios de bienes robados”.
Menéndez consideró que cualquier confiscación de bienes por parte del gobierno castrista “fue y será siempre un delito”.
““Este proyecto de ley bipartidista y bicameral protegerá las marcas comerciales estadounidenses, al codificar en ley la política de apoyar a los legítimos propietarios de bienes robados, garantizando así que las cortes reconozcan los derechos de aquellos cuyas marcas fueron confiscadas ilegalmente por el gobierno cubano”, añadió el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos.
“La política de Estados Unidos se ha enfocado en apoyar a los dueños legítimos cuya propiedad fue robada. Por 60 años, la dictadura cubana, a través de empresas controladas por el régimen, se ha beneficiado de la propiedad intelectual que fue robada y que legítimamente pertenece a los cubanos del común y de sus descendientes”, manifestó Marco Rubio, en un comunicado.
“Me enorgullece el volver a promover este proyecto de ley bipartidista, el cual garantiza que los tribunales norteamericanos no reconozcan, ni validen ningún derecho de marcas, de negocios, o de activos robados por el régimen cubano”, agregó el senador y ex aspirante a la presidencia.
El proyecto “No Stolen Trademarks Honored in America Act” fue presentado en la Cámara de Representantes, este jueves, cuando se cumplieron 119 años del surgimiento de la República de Cuba, por la congresista Debbie Wasserman-Schultz, demócrata por Florida.
La iniciativa tendría importantes implicaciones sobre marcas y empresas cubanas, como CUPET y CIMEX, que han sostenido litigios y han recibido incluso fallos favorables en tribunales federales de Estados Unidos, como es el caso de Havana Club bajo representación de la firma francesa Pernod Ricard, y otras compañías que actualmente tienen abiertos procesos por demandas amparadas bajo la Ley Helms-Burton.
CUPET y CIMEX, usan instalaciones expropiadas a la empresa norteamericana Esso, que prsentó una demanda contra ambas en tribunales norteamericanos, tras su reconocimiento por el Departamento de Justicia como reclamante certificado, junto a otras cinco mil 912 empresas estadounidenses.
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