Se necesita un pueblo para llevar a su hijo

                    Hora de afilar las horcas.

El manual para peluqueros de Hillary Clinton de 1996 It Takes a Village argumentó que los padres no pueden hacerlo solos; necesitas una comunidad activa e involucrada para criar a tus hijos contigo. “Todos dependemos de otros adultos a quienes conocemos, desde maestros hasta médicos, vecinos y pastores, y de aquellos a quienes no conocemos, desde policías hasta bomberos, empleadores y productores de medios. [!] a los líderes políticos, para ayudarnos a informar, apoyar o proteger a nuestros niños”.

Sin embargo, cada vez más, el único peligro del que Village quiere proteger a sus propios hijos es USTED.

El supervillano favorito de Estados Unidos, el gobernador Gavin Newsom, acaba de Secuestro de niños legalizado en California.

El proyecto de ley estatal 107 permitirá que el estado se apodere de los niños de sus propios padres legales que no “afirmen” suficientemente el deseo equivocado de un niño de mutilarse y destruir sus propias vidas. Como explica The Federalist, “los tribunales de California tendrán el poder de despojar a los padres, donde sea que vivan, que duden de la sabiduría de estos procedimientos experimentales e irreversibles, si su hijo siquiera pone un pie en California”. En otras palabras, incluso si ni siquiera vive en California, el brazo largo de Village puede capturar a su hijo en su red.

Inmediatamente después de que Newsom firmó esa ley, casi como si hubiera una campaña coordinada de los ancianos de la aldea, la Asociación Médica Estadounidense envió una carta al Departamento de Justicia rogándoles que encarcelen a cualquiera que se atreva a interponerse en el camino para que tengan pleno acceso a su cuerpo y mente del niño. Como Cristóbal Rufo tuiteó“La AMA le pide al Departamento de Justicia que ‘investigue y procese a los usuarios de redes sociales de alto perfil’ que comparten ‘información engañosa’ sobre ‘atención médica que afirma el género'”.

“¡La medicina transgénero salva vidas!” Los expertos médicos y los políticos gritan a los padres vulnerables. “¡Rápido, inyéctele a su hijo de ocho años Lupron experimental fuera de etiqueta y hormonas químicas sintéticas antes de que se mate a sí mismo!”

Castrar y esterilizar a los niños pequeños es un cuidado de la salud que salva vidas.

Las mastectomías dobles y las histerectomías en niñas adolescentes son las mejores prácticas pediátricas.

USTED es un extremista que abusa de niños si se opone.

El año pasado escribí sobre nuestra propia pediatra familiar, que ya está echando a los padres de su sala de examen y preguntando a los adolescentes si se sienten “cómodos con su género”. De alguna manera se olvidó de preguntarme a mí, su madre, si me sentía cómodo con su intrusión no deseada en mi relación con mi propio hijo.

Los aldeanos son los nuevos monstruos.

En la escena final de Frankenstein de 1933, aldeanos enojados que llevan antorchas y horcas persiguen al monstruo hasta un molino de viento solitario. El monstruo, acorralado con su cautivo, el Dr. Frankenstein, arroja a su creador por la ventana a la multitud y luego muere en el infierno.

Los padres se han visto rápidamente acorralados por el ataque frontal completo desde todas las direcciones, y muchos simplemente se intimidan para arrojar a su hijo a los sabuesos, quienes los aterrorizan con estadísticas engañosas sobre el suicidio y “afirman a su hijo o morirán”. Toman la fatídica decisión de confiar en Village.

Pero el Village se volvió contra ellos hace mucho tiempo, y nadie les dijo.

En Nueva York, el padre de un niño de 11 años está luchando desesperadamente para evitar que su hijo sea trasladado en contra de su voluntad por su ex esposa (siempre es la ex esposa), quien ha instigado a las autoridades médicas y policiales estatales para que la ayuden. The Village es el villano ahora.

La descripción del libro de Hillary nos asegura que ella “no cree que debamos o podamos hacer retroceder el reloj. La falsa nostalgia por los ‘valores familiares’ no es una solución”. Su monstruosa creación lanzó un movimiento que no era más que una apología progresista de la destrucción deliberada de la familia estadounidense forjada por progresistas como ella. Fue un torpe intento de convertir a los niños sin padres en un bien social. “Sí, destruimos a tu familia y obligamos a tu madre a volver a su trabajo de tiempo completo, ¡sí! Pero no te preocupes por eso, todos somos tus padres ahora, niño. Tenemos maestros, médicos y productores de medios listos para protegerlo”.

Ella desafía insoportablemente a los padres a volver al trabajo, porque el Village se encargará de eso. Esta mentalidad relativamente benigna de la década de 1990 es ahora una política gubernamental tortuosa. “Le permitiremos criar a su propio hijo hasta que decida salirse del guión, en cuyo caso nos veremos obligados a intervenir y terminar el trabajo como mejor nos parezca. Váyase, padre.

Hillary creó este monstruo, y no hay forma de capturarlo esta vez.

Como escribió en la edición republicada de 2007, “El mensaje simple de It Takes a Village es tan relevante como siempre: estamos todos juntos en esto”.

¡Todos juntos en los gulags, tal vez!

Se necesitará un tipo diferente de aldea para rescatar a los niños de nuestros monstruos actuales disfrazados de líderes benévolos. Se pueden encontrar en las clínicas de género que infestan todos los hospitales importantes. Dirigen la Academia Estadounidense de Pediatría y la Asociación Médica Estadounidense. Están legalmente a cargo de sus hijos ahora, y están haciendo las reglas.

Vas a tener que endurecer tu perímetro, sellar las puertas y teñir las ventanas de la minivan. ¿Necesitamos quemar los certificados de nacimiento de nuestros bebés? ¿Archivar los números de serie de nuestros recién nacidos para que no puedan ser rastreados? ¿Crear “niños fantasmas” que sean invisibles para las turbas itinerantes?

Los fanáticos del género han recogido sus horquillas y se dirigen hacia ti para reclamar cueros cabelludos y escrotos para sus paredes de trofeos.

Ya es hora de vencer al pueblo.

Y usted me puede ayudar a hacerlo. Porque no todo está perdido, como dice la propia Hillary, ¡estamos todos juntos en esto! Reserva mi próximo libro “Extremistas domésticos: una guía práctica para ganar la guerra cultural”, que escribí como una salva contra la mentalidad villana de Village. Y mientras tanto, haz tu mejor esfuerzo para mantener a estos aldeanos retorcidos fuera de la única comunidad que realmente importa: tu propia familia.


Apareció primero en Leer en American Mind

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